“La complejidad de cada sorbo de mezcal se debe a todas las energías que lo generaron”
- Observa
Observa la transparencia del mezcal, intenta analizar su cuerpo y el perlado del mezcal al agitarlo, esto te dará un aproximado de la graduación alcohólica.
- Siente
Tócalo con tu dedo pulgar e índice. Siente la textura, puede ser áspero, aceitoso o seco, después pon mezcal en las palmas de la mano y frótalas a modo de calentar y evaporar el alcohol, después de esto acerca tus manos a tu nariz, sigue el siguiente paso.
- Huele
Huele tus manos y disfruta el intenso aroma a maguey ahumado, después huele el vaso en diferentes posiciones, con cada una delas fosas nasales por separado, huele mientras abres la boca para dejar entrar aire y siente como se intensifica el aroma, huele en la parte inferior y la parte superior, analiza con calma e intenta recordar experiencias, momentos y olores dentro de tu memoria sensorial.
- Saborea
El primer beso
Da un sorbo pequeño de mezcal y pásalo por tu paladar, lengua y toda la boca. Sigue oliendo el mezcal y deja que tu lengua comience a salivar y prepararse para el segundo trago.
El beso profundo
Da un sorbo más grande de mezcal con tu cabeza mirando hacia abajo y levántala lentamente haciendo que el mezcal pase a tu garganta con lentitud, después trágalo lentamente.
El enamoramiento
Después de pasar el mezcal por tu garganta y beberlo, respira profunda pero lentamente aspirando por la boca y después exhala por la nariz y siente como tu olfato y gusto se conectan encontrando todos los aromas, sabores y las historias que te cuenta el mezcal.