Por Javier Solorzano
CULTURA MEZCAL
En esta edición revelaré los secretos el éxito de la mezcalería de Ibiza, ninguno de estos fue “prediseñado” si no fueron producto de la intuición, de la fe en el poder del espíritu de Mayahuel y de observar la reacción de los cientos de personas que empezaron a llegar a nuestro pequeño local. Personas de todas nacionalidades con una característica en común: su apertura intelectual para dejarse guiar y probar nuevas experiencias. Si algo tiene Ibiza, es gente de alto nivel educativo, ya que han viajado y están acostumbrados a aceptar con respeto y curiosidad, costumbres, rituales, sustancias, sabores y experiencias distintas empezando por las de sus propios lugares de origen. Por ello no era raro que en solo 43 m2 tuviésemos rusos, españoles de cada región, ingleses, holandeses, israelíes, japoneses, indúes, americanos y colombianos sentados apretados dispuestos a escuchar con atención su primera introducción al mezcal.
Los pasos básicos eran servirles un chorrito de cortesía de al menos 3 mezcales distintos. Entonces comenzaba mi letanía acerca de como beber e identificar un mezcal auténtico empezando no por la nariz, si no por su textura. Así les pedía que se echaran un chorrito en la mano y lo frotaran. De inmediato las mujeres, acostumbradas a untarse de todo, descubrían la aceitosidad y la sensación benéfica de inmediato. Les explicaba que en los pueblos rurales, el mezcal se usa para desinfectar y es ideal para cicatrizar. Incluso algunas veces, alguna cliente que tenía heridas de motocicleta, o un vecino que mordió un perro, o una clienta que chocó con un cristal en una galería y se abrió la ceja, o los miembros de mi staff cuando se cortaban trabajando, eran curadas por mí de inmediato aplicándoles mezcal en las heridas. Así que de entrada se frotaban hasta en las piernas y brazos, en las quemaduras del sol. Así comenzaba la dinámica y cuando el alcohol desaparecía les pedía que olieran sus manos para descubrir el olor a miel ahumada, dulce. Este ejercicio para principiantes es siempre efectivo y entretenido. Entonces pedía que hicieran un cuenco en la lengua con saliva y dieran un sorbo y explicaba que no era de boca, si no que lo dejaran resbalar y dejar subir por el regusto los vapores. Así cada uno comparaba los distintos aromas y sabores y con esto comenzaba la iniciación.
Los primeros días eran como todos difíciles, ya que poca gente entraba y obviamente los turistas no van a Ibiza a una mezcalería, pero para mantener la calma con el staff les dije:
No se preocupen si no entran, pero el que entre, se va a enamorar y volverá siempre. Así comenzaron a venir poco a poco y a salir fascinados con los mezcales, los cockteles, con los insectos y el juego maravilloso de maridaje que se puede lograr con estos destilados y los diversos sabores cítricos, marinos, herbales y dulces que presentaba nuestra carta.
Así comenzaron a llegar sobretodo clientes y empresarios locales, visitantes asiduos a la isla, disc jockeys famosos que se enamoraron del mezcal en México, artistas y creativos de todo el mundo. Pronto la mezcalería atrajo personajes desde hippies hasta multimillonarios, sentados juntos conviviendo y disftutando los influjos del mezcal. Pasaron por ahí una ex esposa del Shah de Irán, Jade Jagger la hija de Mick, Djs famosos como Felix The House Cat, Guy Gerber, Solomun, el portero mexicano Memo Ochoa, el dueño del equipo Nápoles, actrices, modelos, inventores de tecnología, escritores, chamanes y seres de la vida nocturna internacional.
Pero sobretodo, mujeres, muchas mujeres que adoptaron nuestro sitio como su templo que yo atribuyo a la imagen que tenemos de Mayahuel, pero en realidad, se trataba del mezcal. Y es que esta bebida tiene una cualidad muy importante: EMPODERA. Yo defino al efecto del mezcal como LUCIDEZ EUFORICA, al contrario del efecto del alcohol normal que emborracha y afecta tus sentidos y tu juicio, el mezcal otorga una sensación de poder, de control y mando que especialmente gusta a las mujeres, ya que las protege de perder el control y quedar vulnerables. Por ello fueron las mujeres las que se volvieron las principales amigas y promotoras de la mezcalería. OJO, Ibiza es una isla femenina como mencioné, regida por la diosa fenicia TANIT, mujeres poderosas, independientes y guerreras que pronto esparcieron el elixir en la isla trayendo siempre personas muy interesadas en conocer los efectos mágicos de Mayahuel.
Pero no solo nuestro trabajo se limitó a las paredes de la mezcalería. También participamos en montar barras de mezcal en fiestas espectaculares como las de Guy La Liberté, creador de Circ du Soleil, Lío Malca, creador de Casa Malca en Tulum y varios multimillonarios fiesteros profesionales que organizaban eventos de tres días con una concurrencia de hasta mil personas a quienes ofrecían de todo, desayuno, comida, cena, dulces y mezcales sin parar.
De aquí surgió una de nuestras experiencias más especiales. Uno de nuestros mejores clientes y amigos de la mezcalería, el empresario petrolero Rui Sousa, nos contrató para ir en su avión privado a hacer una CENA MARIDAJE para un grupo muy especial de diez comensales a Mónaco. Llegamos justo durante el Grand Prix sin saber quienes eran los invitados. Preparamos una cena que consistía en Guacamole con queso fresco y chapulines, ceviche con hinojo; manzana verde y menta; aguachile de camarón con leche de coco; sashimi de salmón con miel de agave, jugo de naranja y morita, tamal de pescado con plátano y epazote y chocolates con mezcal maridados con 7 mezcales. Sólo una hora antes nos dijeron que dicha cena era ofrecida por Rui, Sir Stellios (dueño de Easy Jet) en honor al mismísimo Príncipe Alberto de Mónaco. La experiencia terminó en una eufórica ovación de pie y unas fotos con el príncipe que me dijo “después de esto no vuelvo a tomar tequila!”…..misión cumplida.
Es por esto que Ibiza se convirtió en un escaparate espectacular, en un amplificador mundial en el que los enamorados del mezcal, portaron el mensaje a sus países de origen y contribuyeron enormemente en la expansión de la fama de LOS BUENOS MEZCALES por el mundo.
